OPINIÓN de Jorge Marcelino Alejo

En tanto gobiernos y empresas acuerdan la reanudación de la actividad económica, no deben soslayar la atención que reclama la economía informal, que inevitablemente, es de los sectores más golpeados por el Covid 19. Y así como para el regreso laboral, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social dio a conocer sus protocolos, la economía informal también requiere el suyo.

Entre otros muchos puntos, dice ésta secretaría, que los trabajadores no deberán usar bigote, barba, corbatas; las trabajadoras tendrán que recogerse el pelo y no usar joyas. Tales elementos estarán considerados como posible portadores del virus y se deberá tener cuidado con ellos.

Esto indica que cada sector deberá observar protocolos dentro de la “nueva normalidad”, con la cual, la humanidad ira reiniciando la labor que se suspendió por el Covid 19. NO será fácil. Un dato de la Organización Internacional del Trabajo – OIT- revela que en el globo terráqueo pararon 2,700 millones de trabajadores, que son 81 % de la fuerza del trabajo mundial.

En ese orden, los daños humanos, económicos y sociales que deja el Covid 19 (que aún no termina) requieren una política pública con criterios y medidas económicas y fiscales, que atiendan a la economía informal. Más cuando se le señala como evasora de impuestos, pero también, de no tener garantías sociales, de nulas prestaciones y peores salarios. Sin embargo, tiene su lugar en la reactivación económica, porque está en prestación de servicios como comercio, alimentos y bebidas; en ramas industriales como construcción, manufacturera, transporte y otras.

En este panorama, gobiernos, empresas y sociedad deben advertir que el daño del Covid19, es también oportunidad de dar soluciónes a la economía informal que las pide desde hace mucho. Por tanto, es tiempo de armar protocolos y medidas acordes a la “nueva normalidad” que ya llegó.

Tal vez no se convierta pronto en economía formal, que pague impuestos y tenga seguridad social, pero si hay tino en protocolos económicos y fiscales, irá disminuyendo su porcentaje de más del 60 %, en que la ubican los estudiosos, como parte de la población económicamente activa.

Entonces, si disminuye, es ganancia.

M E M O R A N D U M

INGRESOS

En lo que a recuperación económica se refiere, tras la cuarentena del Covid 19, escuchamos pesimismo en hoteleros y restauranteros porque el aislamiento termina y hay que reanudar el trabajo.

Digamos que ya saben el camino de la reactivación. Como si iniciaran el negocio. El problema es que durante dos meses no registraron ingresos y sí tuvieron desembolsos normales y otros imprevistos, como pagar medios sueldos o completos en el confinamiento.

La están viendo negra. Y parece ser que se viene nueva exigencia de incentivos a los gobiernos.

AUTOCONSUMO

En la capacitación que Granjas Carroll de México brinda a familias de comunidades de Puebla y Veracruz, para siembras destinadas al autoconsumo y venta, está la formación de huertos de traspatio. Ahí cultivarán hongos seta, jitomate, calabaza, lechuga, zanahoria, rábano, cebolla, col, crianza de gallinas, embutidos y más. 40 grupos en 35 pueblos ya tuvieron sus primeras cosechas.

Será bueno que cosechen para autoconsumo en tiempos de crisis económica, pero será excelente que vendan excedentes.

joma61@hotmail.com

 

REDACCIÓN

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