La inyección ofrece ocho semanas de protección y sustituye a las píldoras diarias que las personas toman para prevenir la infección. Su efectividad es del 99% en la prevención. Además, en Sudáfrica, la agencia de la ONU también introducirá un anillo vaginal, que es el primer método de prevención del VIH para mujeres que puede ser usado de manera autónoma.
UNITAID, un servicio internacional de compra de medicamentos de ONUSIDA, quiere aumentar la cobertura de los recursos existentes para la prevención del VIH en los países de bajos y medianos ingresos.
Para ello, introducirá en Brasil y Sudáfrica la inyección Cabotegravir de acción prolongada, que puede llegar a diferentes sectores de la población mediante un suministro adecuado y accesible.
La agencia de la ONU “pretende implementar a gran escala la última innovación en prevención del Virus de Inmunodeficiencia Humana. Se trata de una nueva inyección que dura ocho semanas, la cual proporcionará a los usuarios una alternativa a las píldoras orales diarias. Se espera que las opciones de prevención ampliadas mejoren la cobertura para las personas con mayor riesgo de infección al VIH”, dijo Hervé Verhoosel, portavoz de UNITAID.
La profilaxis oral previa a la exposición —medicamentos contra el VIH— puede prevenir la infección del virus en el 99 % de los casos. Sin embargo, solo funciona cuando se toma según lo prescrito: ya sea una vez al día o antes y después de las relaciones sexuales para hombres cisgénero.
Cabotegravir, cuya acción dura ocho semanas, atiende a los desafíos que enfrentan los usuarios con píldoras regulares que reducen el impacto de la profilaxis oral en entornos del mundo real.
También ayudan a reducir los posibles temores de que las píldoras para la prevención del VIH se pueden confundir con el tratamiento del VIH y que, como resultado el usuario sufra estigma, discriminación o violencia de pareja.
Hacer accesible este nuevo medicamento en todo el mundo
A pesar de que la profilaxis puede tener hasta un 99% de efectividad, la aceptación de dicha inyección ha sido lenta. De hecho, solo se cumplieron un tercio de los objetivos de la ONU para aumentar su cobertura o reducir las nuevas infecciones por el VIH en 2020. Las desigualdades en cuanto a quien puede acceder a dicho tratamiento están aumentando.
Para introducir la nueva inyección, ONUSIDA ha elegido dos países con alta incidencia de VIH, Brasil y Sudáfrica.
En Brasil, los programas tienen como objetivo llegar a dos de los grupos con las tasas más altas de VIH. Se estima que el 30% de las personas transgénero y el 18% de los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres viven con el VIH.
En Sudáfrica, las adolescentes y las mujeres jóvenes, al ser un grupo que se infecta en una tasa desproporcionalmente alta, serán el objetivo de los esfuerzos financiados en dicha región. En el África subsahariana, seis de cada siete nuevas infecciones por el VIH en adolescentes ocurren entre niñas. Por otro lado, las mujeres jóvenes tienen el doble de probabilidades de vivir con el VIH que los jóvenes varones.
La profilaxis de acción prolongada podría tener un impacto revolucionario, mejorando las opciones y haciendo que la prevención del VIH sea una opción al alcance de diferentes partes de la población.