REDACCIÓN||
Con el propósito de que no se queden las y los estudiantes de escuelas particulares que ya no pudieron seguir en este modelo educativo, la Federación Nacional de Asociaciones Padres de Familia A. C. (FENAPAF), solicita públicamente a autoridades y directivos de instituciones públicas, ser más flexibles en cuanto a permitir su nuevo ingreso en el próximo ciclo escolar.
La presidenta de la federación, Aurora González de Rosas, destacó que indiscutiblemente el poder adquisitivo de madres y padres de familia, en muchos casos no es el mismo ahora, que contaban antes de la emergencia sanitaria por la pandemia.
Por ello llamó a que las instituciones públicas le den apertura de ingreso a las y los escolares de escuelas privadas que ya no pueden pagar colegiaturas «es indispensable que en las escuelas públicas abran más espacios para estudiantes, ya que desafortunadamente a muchos padres y madres, les resulta imposible solventar el pago de colegiaturas, tal y como se venía haciendo antes de la pandemia».
Refirió que incluso la secretaría federal de educación, a través de su titular Delfina Gómez, ha reconocido que los niveles de deserción escolar ascienden a un 2.5 por ciento, tras la suspensión de labores a causa de la propagación del virus SARS-COV 2 y de ahí la importancia de implementar estrategias que impidan el aumento de alumnos sin acceso a la educación.
http://www.mundodemujeres.com.mx/2021/06/11/un-millon-de-alumnos-desertaron-durante-la-pandemia-sep/
Asimismo, mencionó que, en marzo la Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 reveló que 5.2 millones de alumnos de 3 a 29 años de edad, un 9.6 por ciento en relación con la población total de esa edad, no están inscritos por razones relacionadas con covid-19, como la falta de recursos.
Sumado a ello reconoció el esfuerzo de la federación por avanzar en el sistema de pensiones, a fin de apoyar a la jubilación de docentes que, (a causa de su edad y tras convertirse en parte del sector más vulnerable a adquirir alguna enfermedad), pueden abandonar las aulas sin poner en riesgo su salud y sin perder su fuente de ingresos.