Vía comunicado el Comité Ejecutivo Nacional de Morena exige frenar la violencia y persecución contra las y los candidatos de Puebla
REDACCIÓN|
El día jueves 31 de mayo, aproximadamente a las 8.30 de la noche fue atacado con armas de fuego el vehículo en que viajaba Carlos Garrido, candidato a presidente municipal por Morena en el municipio de Juan Galindo. Nuestro candidato viajaba de regreso de la comunidad Necaxaltépetl después de una jornada de proselitismo junto a su hermano Rubén Garrido, Miguel San Martín, Ricardo San Martín y Hugo Hernández. Fueron sorprendidos por dos personas quienes desde la carretera les dispararon. Al lograr escapar de la agresión, los individuos los persiguieron a bordo de un vehículo Nissan tipo Tsuru, color blanco sin placas. La persecución se hizo a lo largo de 500 metros rumbo a la carretera México-Tuxpan. Por fortuna lograron escapar de los agresores. El intento de asesinato de nuestro candidato y nuestros compañeros se observó en un contexto de gran tensión provocada por el malestar de los candidatos de partidos rivales, los cuales se sienten amenazados por el avance electoral de Morena y de sus aliados.
Este último acto de violencia se une al asesinato el 28 de febrero de nuestro pre candidato a la presidencia municipal de Santa Clara Ocoyucan, Puebla; el asesinato el 5 de mayo de Adiel Zerman, nuestro candidato a la presidencia municipal de Iztapaluca, estado de México y el asesinato el 11 de mayo de José Remedios Aguirre, nuestro candidato a presidente municipal de Apaseo el Alto, Guanajuato. Suman ya 24 los asesinados de Morena y sus aliados desde enero de 2015. Estos ataques se adicionan a la larga lista de atentados en contra de candidatos e integrantes de Morena en diversas entidades del país. Todo esto sucede ante la mirada indolente de autoridades de los tres niveles de Gobierno, e incluso la probable colusión con el crimen organizado en contra de militantes de nuestro partido.
Exigimos enérgicamente a las autoridades de los tres órdenes de gobierno garantizar la paz y la seguridad, no sólo frente al proceso electoral, sino, como parte de la vida democrática y en el marco de los derechos humanos de la población mexicana.
¡No a la indolencia oficial ante la violencia electoral!
¡No a la impunidad y al olvido ante los crímenes que se están cometiendo!
¡Justicia para las víctimas del terror electoral!
