ONU Mujeres confirma que la violencia contra las mujeres ha empeorado debido a la pandemia de COVID-19

¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”.

CIUDAD DE NUEVA YORK.-En un nuevo informe publicado por ONU Mujeres destaca el impacto de la pandemia de COVID-19 en la seguridad de las mujeres, tanto en el hogar como en los espacios públicos. El informe muestra que la sensación de seguridad de las mujeres se ha visto mermada, lo que ha dado lugar a importantes repercusiones negativas en su bienestar mental y emocional. Este informe aparece en el momento en el que el mundo pone en marcha los 16 Días de activismo contra la violencia de género, del 25 de noviembre al 10 de diciembre, con el tema global establecido por la campaña ÚNETE del Secretario General de las Naciones Unidas “Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”.

 

EL CONFINAMIENTO, AÍSLÓ A LAS MUJERES Y LAS NIÑAS

“La violencia contra las mujeres es una crisis mundial existente que crece conjuntamente con otras crisis. Los conflictos, los desastres naturales relacionados con el clima, la inseguridad alimentaria y las violaciones de los derechos humanos contribuyen a que las mujeres y las niñas vivan con sensación de peligro, incluso en sus propios hogares, vecindarios o comunidades. La pandemia de COVID-19, que exigió medidas de aislamiento y distanciamiento social, dio paso a una segunda pandemia de violencia en la sombra contra mujeres y niñas, ya que a menudo se encontraban confinadas junto con sus maltratadores. Estos nuevos datos subrayan la urgencia de llevar a cabo esfuerzos concertados para poner fin a esta situación”, afirmó la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.

Conclusiones del informe

El nuevo informe de ONU Mujeres Measuring the shadow pandemic: Violence against women during COVID-19, basado en datos de encuestas de 13 países [1], muestra que casi una de cada dos mujeres informó que ella o una mujer que conoce habían experimentado alguna forma de violencia desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Las mujeres que denunciaron estos datos tenían 1,3 veces más probabilidades de presentar un aumento del estrés mental y emocional que las mujeres que no lo hicieron.

Los hallazgos también revelaron que alrededor de una de cada cuatro mujeres se siente menos segura en el hogar, mientras que el conflicto existente ha aumentado dentro de los hogares desde que comenzó la pandemia. Cuando se les preguntó a las mujeres por qué se sentían inseguras en casa, citaron el maltrato físico como una de las razones (21 %). Algunas mujeres comunicaron específicamente que habían sufrido daños por parte de otros miembros de la familia (21 %) o que otras mujeres del hogar estaban sufriendo daños (19 %).

Fuera de sus hogares, las mujeres también se sienten más expuestas a la violencia: el 40 % de las encuestadas afirma que, desde el inicio de la COVID-19, se sienten menos seguras caminando solas por la noche. Cerca de tres de cada cinco mujeres también piensan que el acoso sexual en espacios públicos ha empeorado durante la COVID-19.

La presión financiera, el empleo, la inseguridad alimentaria y las relaciones familiares se destacaban como los principales factores de perturbación socioeconómica con un impacto significativo no sólo en las experiencias relativas a la seguridad (o violencia), sino también en el bienestar general de la mujer.

Sin embargo, existen pruebas sólidas de que es posible poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.

“La violencia contra las mujeres se puede evitar. Las políticas y los programas adecuados dan resultados. Esto implica que haya estrategias exhaustivas y a largo plazo que aborden las causas profundas de la violencia, protejan los derechos de las mujeres y las niñas, y promuevan movimientos fuertes y autónomos a favor de los derechos de las mujeres. El cambio es posible, y ahora es el momento de redoblar nuestros esfuerzos para que entre todas y todos podamos eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas de aquí a 2030”, afirmó con espíritu de cohesión António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

Antecedentes

Entre los esfuerzos para abordar y eliminar este reto permanente se incluye el Foro Generación Igualdad, convocado por ONU Mujeres el pasado mes de julio en París. Con el compromiso sin precedentes de 40.000 millones de USD para la igualdad de género anunciado en París, la Coalición para la Acción sobre la violencia de género reunirá a jóvenes, la sociedad civil, instituciones religiosas, entidades filantrópicas, el sector privado, organizaciones internacionales y Estados Miembros en torno a compromisos financieros, programáticos y políticos concretos para impulsar resultados significativos en lo que se refiere a la violencia de género. Si se cuenta con todos los recursos, el ambicioso plan de cinco años de la Coalición tiene la intención de:

Asegurar que 550 millones más de mujeres y niñas vivan en países con leyes y políticas que prohíban todas las formas de violencia de género

Apoyar a 55 países más para que prohíban por ley el matrimonio infantil

Aumentar en 500 millones de USD la inversión en estrategias de prevención basadas en pruebas

Generar capacidad de aplicación de la ley en 100 países para hacer frente a la violencia de género

El Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer, el único mecanismo mundial de concesión de subvenciones dedicado a erradicar y prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres, acaba de celebrar su 25.º aniversario con el reto de la financiación colectiva #Give25forUNTF25. A lo largo de los últimos 25 años el Fondo Fiduciario de la ONU ha apoyado hasta 609 Iniciativas de 140 países y territorios. Sólo en los últimos cinco años, sus beneficiarias, en su mayoría organizaciones locales de defensa de los derechos de las mujeres, han dirigido proyectos que llegaron a casi 55 millones de personas, entre ellas más de 150.000 sobrevivientes de la violencia.

https://media.un.org/en/webtv/

Asimismo, en la fase previa del Día Internacional, la Iniciativa Spotlight —el mayor esfuerzo mundial específico para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas— presentó su Informe de Impacto 2020-2021. En el informe se estima que 650.000 mujeres y niñas recibieron servicios esenciales de calidad, pese a las limitaciones y los cierres relacionados con la COVID-19. También indica que se entregaron 148 millones de USD a la sociedad civil, a organizaciones de mujeres y de base para asegurar su supervivencia y la prestación continua de servicios integrales a las mujeres y niñas a las cuales es más difícil llegar.

 

 

REDACCIÓN

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