Por: la Redacción
Cimacnoticias |
En lo que va de abril, dos mujeres fueron detenidas en Irán por protestar pacíficamente contra el uso obligatorio del velo acusadas de difundir propaganda contra el sistema e “incitar a la corrupción y la prostitución”, dio a conocer la organización Amnistía Internacional (AI).
El pasado 10 de abril, la defensora de los Derechos Humanos Yasmin Aryani fue detenida en su domicilio y llevada a un lugar desconocido. Mientras que Monireh Arabshahi, madre de Yasmin, fue detenida al día siguiente mientras investigaba el paradero de su hija.
De acuerdo con Amnistía Internacional, la detención de ambas mujeres ocurrió debido a un video que se hizo viral en el que se puede observar a Yasmin, a Monireh y a otras defensoras, con la cabeza descubierta y repartiendo flores a mujeres que viajaban en un vagón del metro de Teherán.
En esta protesta pacífica, Monireh Arabshahi dijo esperar que llegue el día en que las mujeres no se vean obligadas a luchar por sus derechos. Al mismo tiempo que su hija, Yasmin Aryani, entrega una flor a una mujer, mientras afirma “espero que un día podamos caminar juntas por la calle. Yo sin hiyab y tú con él”.
Por estos actos, Yasmin fue llevada a un centro de detención de seguridad, tal como lo afirmó la joven a través de una llamada telefónica realizada el 15 de abril a su familia. Hasta ahora las autoridades se han negado a revelar su paradero exacto.
Por su parte, Monireh se encuentra detenida en la cárcel de Shahr e Rey, en condiciones de hacinamiento y falta de higiene extremas, sin acceso a agua apta para el consumo, alimentación adecuada, medicinas ni aire fresco, denunció AI.
Ante esta situación, la organización defensora de Derechos Humanos a través de su directora adjunta para Oriente Medio y Norte de África, Magdalena Mughrabi, expuso que las autoridades iraníes intentan intimidar y silenciar a las mujeres que se manifiestan contra el uso obligatorio del velo.
“Las leyes de Irán que imponen el uso obligatorio del velo son una flagrante vulneración del derecho a la libertad de expresión, creencias y religión de las mujeres iraníes. Las autoridades de Irán deben derogar de inmediato estas leyes discriminatorias y suprimir las degradantes normas que prohíben que las mujeres se presenten en público sin el hiyab”, dijo Magdalena Mughrabi.
EL HISTORIAL DE CENSURA
Desde 1979 las mujeres han sido obligadas a cubrirse con el hiyab, desde entonces la lucha de cientos de defensoras no ha parado; sin embargo, esto les ha traído consecuencias y han sido castigadas con latigazos, multas y encarcelamiento, como le ocurrió a Vida Movahedi, quien fue detenida el 29 de octubre de 2018 cuando protestaba sola en la plaza Enghelab de Teherán.
La mujer se puso de pie sobre una cúpula situada en el centro de la plaza, se quitó el pañuelo de la cabeza y lo ondeó atado a un palo como si fuese una bandera.
Por este acto, fue acusada de “fomentar la corrupción y el libertinaje”, de acuerdo con su abogado Payam Derafshan. Vida fue sentenciada a un año de prisión. Sin embargo, de acuerdo con su defensor, cumple con los requisitos para solicitar la libertad condicional, pero su petición aún no ha sido tramitada por el departamento de la oficina de aplicación de condenas.
Por su parte, la abogada Nasrin Sotoudeh fue condenada a 33 años y medio de cárcel y 148 latigazos tras ser declarada culpable de siete cargos relacionados con su labor de representación de mujeres detenidas por protestar contra las leyes que imponen el uso obligatorio del velo.
De acuerdo con Amnistía Internacional, Nasrin deberá cumplir al menos 12 años de su condena en la cárcel, pues según el artículo 134 del Código Penal de la República Islámica, cuando una persona es condenada por tres o más cargos debe cumplir la pena más larga impuesta por el cargo más grave.
Además, el esposo de Nasrin, Reza Khandan y el abodago de Derechos Humanos Farhad Meysami, fueron condenados a seis años de prisión cada uno por apoyar la campaña contra el uso obligatorio del velo.
Ante esto, Magdalena Mughrabi exigió a las autoridades dejar de detener y encarcelar a quienes defienden los derechos de las mujeres y protestan pacíficamente contra las degradantes y discriminatorias leyes iraníes; así como dejar en libertad inmediata e incondicional a las personas que se encuentran detenidas.