Consejos para que dejes de discutir con tus hijas e hijos

De la REDACCIÓN y con información del  del Huffington Post

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Lograr una comunicación efectiva con las y los hijos puede ser difícil, requiere de mucha práctica, pero es posible

La relación entre madres, padres e hijos principalmente  adolescentes  sigue siendo una de las mayores quejas entre las conversaciones de los adultos, la mayoría acepta que tiene este tipo de problemas, con desconocimiento se enfrentan a esta relación que es totalmente diferente a la que vivieron con sus progenitores, ahora convertidos en abuelos más complacientes con tus hijos que contigo.

¡La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para aprender a entenderse! Aquí hay seis consejos que podrían ayudar a mejorar las habilidades de comunicación en este caso.

  1. ESCÚCHALOS Y HABLA MENOS

En ocasiones madres y padres son culpables de hablar en exceso. Subestiman  lo que sus hijos saben y cuánto pueden contribuir a un entendimiento en una conversación. Pero a los adultos les entusiasma mucho enseñarles y darles instrucciones, pero no les preguntan qué saben, qué piensan o qué opinan.

 

POSIBLE SOLUCIÓN

 

Puedes planear un fin de semana, pídele a tus hijas e hijos algunas ideas sobre a dónde les gustaría ir o qué les gustaría ver y hacer. Cuando tu hija e hijo tenga un mal día en la escuela y quieras que se abra y te cuente, solo escucha y ofrécele un espacio libre para que se sienta en plena confianza para compartirlo contigo.

Si interrumpimos con preguntas o tratamos de resolver sus problemas por ellos, los callamos inadvertidamente y no les dejamos expresar su problema.

La parte importante de escuchar a las y los hijos es ayudarlos a expresar sus sentimientos y hacer que se sientan comprendidos.

Si están molestos porque les fue mal en un examen, debes tener un enfoque de empatía hacia sus sentimientos de decepción,  no reprenderlos por no haber estudiado lo suficiente y estar distraídos.

La empatía y la validación de sus sentimientos es una buena escucha. La forma para mejorar su próximo examen se puede discutir más adelante.

  1. CUÁNDO HACES UN TRATO CON TU HIJA E HIJO CUMPLE

Además de hablar menos, piensa en el contenido de tus palabras o en el  discurso que le vas a tirar. Los niños nos desconectan y nos ignoran cuando pasamos demasiado tiempo molestándolos. De hecho, te sorprendería saber que nuestras hijas e  hijos usualmente hacen sus camas por cuenta propia si nos aguantamos a obligarlos a manera de regaños.

EJEMPLO

Si los molestas para que hagan la cama y luego vas y la haces por ellos, les está demostrando que tus palabras están vacías y sin sentido. Si amenazas con cancelar el viaje familiar si no dejan de pelearse en el automóvil, pero sigues conduciendo, es mejor que tires las palabras por la ventana. Piensa con cautela antes de hablar, tus palabras pierden sentido cuando no cumples y tus peques se cerraran a escuchar lo siguiente que digas.

 

  1. SÉ UNA MADRE O UN PADRE AMIGABLE Y RESPETUOSO

Sí para ti, está es una regla para hablar con cualquier ser humano,  por qué a a menudo se te olvida  cuando se trata de tu hija o hijo.

La experta en padres Barbara Coloroso sugiere que te preguntes:

«¿Hablaría con mi mejor amiga o amigo de esta manera?».

¡Seguro tu comunicación mejoraría si solo hicieras este cambio!

 

Las y los padres caemos en los hábitos que los expertos en relaciones Julie y John Gottman denominan «Los 4 jinetes de la relación apocalipsis«, que son: despreciocríticaactitud defensiva y muro de piedra.

El sarcasmo no es una forma de humor, es una forma de crítica y desprecio y no tiene lugar en la crianza de las hijas y  los hijos.

Estos estilos de comunicación desgarran la relación. Disminuyen el valor de nuestras hijas e hijos y, en última instancia. Perjudican su autoestima. Para aquellos que no lo saben, el sarcasmo no es una forma de humor, es una forma de crítica y desprecio y no tiene lugar en la crianza de las y los hijos.

4. CUIDA TU TONO Y LENGUAJE CORPORAL

 

Todos sabemos que nos comunicamos mucho con nuestro lenguaje corporal (el porcentaje exacto está sujeto a debate). Por lo tanto, podrías decirle a tu hija o hijo que no estás enojado con él o ella, pero si tu voz es brusca, tu mandíbula firme y tus manos están en tus caderas o más arriba de los hombros, es probable que estén leyendo todas las otras pistas que claramente indican que estás enojada/o.

Los niños aprenden más con el comportamiento que con las palabras, así que presta atención a lo que estás diciendo con tu postura, tono, inflexión, movimientos,  etc. Poner los ojos en blanco es un signo de desprecio no verbal, y las manos en las caderas equivalen a ponerte a la defensiva y se sienten agredidos.

Es preferible bajar el tono en estas actitudes, esto no te hace ver sin autoridad, tu hija e hijo se sorprenderá de ver una actitud diferente y más cercana.

  1. PRINCIPIO BÁSICO SIEMPRE RESPALDA A TU HIJA O HIJO

 Si tu hija o hijo está en algún altercado, toma la postura de que tu suposición es que son buenos y que siempre los respaldas. Necesitan saber que pueden acudir a ti ante cualquier situación para que lo puedan resolver juntos.

Puedes decir algo como «Gracias por compartirlo» y continúa con «Sé que eres una niña o un niño bueno, si me mandaron a llamar de la escuela es porque algo debió de haber estado mal para ti. Ayúdame a entender qué pasó, para que podamos resolverlo juntos».

 

Las y los niños cometen errores. Están en la etapa de aprendizaje.

De hecho, ¡así es como aprenden! Si les mostramos nuestras expectativas positivas sobre su comportamiento y nos enfocamos en lo que aprendieron y lo que harán de manera diferente la próxima vez, evitaremos ser punitivos y atacarlos.

Acéptalo tú también te has equivocado y te molesta cuándo alguien te marca el error.

  1. HABLEN EN PRIVADO ESO NO PUEDE SER UN CIRCO

«¡Sí, te estoy hablando como a una niña porque estás actuando como una niña!». Gritó la madre en el centro comercial a su hija adolescente. Puff. Nada es más vergonzoso que ser corregido o castigado en público.

No importa si está rodeado de extraños o de sus amigos, los niños necesitan privacidad para las discusiones. De hecho, no siempre tienes que hablar con tu hija o hijo  inmediatamente sobre todos los problemas.

Si tu hija adolescente se demoró en el centro comercial, simplemente puedes decirle que te gustaría hablar sobre el tema más adelante cuando sus amigos se hayan ido. O bien, puedes decir nada en absoluto, pero después en un momento para hablar cuando sepas que tendrás toda su atención y pídeselo de manera amable y por favor. Recuerda que no quieres perder tu lugar de confianza en sus sentimientos.

Recuérdalo, si lo logras tus hijos te va a adorar.

 

mdmujeres

Equipo editorial M

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